Jugadores junioristas celebran al final del partido.
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Hansel Vásquez

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Con el buen ritmo del ‘Sonero’ Gamero, Junior goleó y avanzó en la Libertadores

Derrotó en la vuelta por 3-0 a Carabobo y avanzó con un 4-0 en el global.

Un Junior inspirado y con la mano táctica de su entrenador Alberto Gamero, derrotó este martes por 3-0 al Carabobo de Venezuela y avanzó a la tercera fase previa de la Copa Libertadores, en un duelo donde hizo ilusionar a la hinchada.

La afición estaba expectante. Querían saber qué era lo que tanto había preparado Junior para su debut de local. Los deseos de la parcial era poder encontrar en el trabajo del nuevo entrenador la llave que garantizara buen fútbol.

Y tan pronto como salió la cancha, la gente aplaudió a Alberto Gamero. No hubo necesidad de esperar el transcurso del primer tiempo para que la gente le dedicara los primeros aplausos al timonel de este semestre. El samario había dado gestos de trabajo serio hace unas semanas en la pretemporada en ese mismo estadio.

Y si la gente hubiera sabido que era lo que iban a ver en la primera mitad, seguramente que lo hubieran cargado hasta el banquillo. Pues Junior terminó siendo una aplanadora con buen fútbol y contundencia sobre la portería del Carabobo.

Es cierto, los primeros minutos mostraron a un un visitante comprometido con la idea de presionar bien en punta, para complicar el trabajo al onceno barranquillero. Fueron los 10 minutos en el que Junior debió medir con cuidado sus pases para no ser víctima de la trampa tendida por los venezolanos.

Pero a los 13 minutos, comenzaron a surtir efecto las partituras escritas durante la semana por el ‘Sonero’ Gamero. En una gran jugada colectiva, tras una serie de pases rápidos desde propio campo, Robinson Aponzá demostró ser toda una gacela: ágil y agraciada para el mano a mano.  

Así salió de la marca de José Martínez para luego disparar un zurdazo cargado de pura dinamita que hizo volar desesperado al meta Leo Morales, quien salvó su arco. La jugada hizo levantar a las tribunas del ‘Jaime Morón’.

De allí en más, todo fue del equipo currambero. Solo bastaron tres minutos más para abrir el marcador, nuevamente gracias a lo planeado por la mano de Gamero, por intermedio de la táctica fija.

Jonathan Estrada levantó desde la izquierda un tiro de esquina envenenado que fue evacuado defectuosamente por la defensa ‘Granate’, el rechazo fue recogido nuevamente por Estrada que la metió al segundo palo, donde Roberto Ovelar entró como todo un ‘Búfalo’ para acomodarla en las redes. Un cabezazo contundente para un justo 1-0.

Junior tenía como su máximo objetivo sellar la clasificación antes de ir al descanso. Por eso, no bajó el pie del acelerador y comenzó a destapar cartas bajo la manga. Tal es el caso del desborde por derecha de Lewis Ochoa quien con sorpresa se vinculó al ataque para lanzar un nuevo centro a la frente de Ovelar, que esta vez estrelló la pelota contra el paral izquierdo, a los  21.

La visita lucía reducida a su mínima expresión. De otra parte, Junior solo sabía agigantarse en la cancha. La ‘Gacela’ Aponza desbordaba a gusto y en otra tocata rojiblanca quedó en posición de gol pero su tiro se fue desviado, en el minuto 33.

Sin embargo era injusto que con lo realizado, la diferencia solo se mantuviera 1-0 para el tiempo complementario. Por eso, en los cinco minutos finales de la primera etapa, los ‘Tiburones’ dieron la mordida definitiva.

Ocha desbordó nuevamente y envió un centro rastrero a la puerta del área pequeña, donde llegó Estrada para tocarla de zurda y ponerla en la red. El creativo, que le tomó la manija al equipo, celebró como indio una jugada de caciques.

Así, con las palmas más que justificadas de sus hinchas, Gamero se fue tranquilo al camerino con un pie en la tercera fase de la Copa Libertadores.

El arranque del complemento fue similar al del primer tiempo. Carabobo quiso presionar, pero ya se veía disminuido por el tremendo esfuerzo de correr detrás balón durante buena parte de la primera mitad.

La respuesta de Gamero fue elegir a Édison Toloza para realizar su primera variante. Entró por un rendidor Sebastián Hernández, quien terminó destacado con un buen papel en las acciones.

Tras esto, Toloza tuvo las opciones para premiar rápidamente a su entrenador, pero la mala puntería del jugador nariñense nuevamente le jugó en contra, cuando desperdició un claro mano a mano a los dos minutos de su ingreso.

Gamero continuó las variantes con otro jugador fresco en el ataque. Sacó del campo a Ovelar, de las figuras de la noche y en su puesto dejó al santandereano Michael Rangel.   

Junior continuó con su catarata ofensiva, incluso con una pelota al poste de Toloza, que tras perfilarse en el área, sacó un zurdazo a la raíz del palo derecho del portero Morales, cuando se jugaban 29 minutos de la segunda etapa.

Gamero finalizó su rosario de cambios dando ingreso a Andrés Felipe Correa, para que reemplazara a Ochoa, dejando a Deivy Balanta en el costado derecho. Allí los barranquilleros cerraron el juego.

Pero aún quedaba tiempo para la puntilla. Una pelota cruzada desde la derecha obligó a una estirada providencial del meta Morales que se esforzó para evitar un autogol tras el desvió de un compañero. Sin embargo, su manotazo dejó la pelota bailando cerca de la raya donde apareció Rangel para tocarla suavemente y poner el lapidario 3-0, a los 34 del segundo tiempo.

Así las cosas solo hubo que dejar correr el reloj. Gamero causó el efecto ideal en su debut ante la afición barranquillera, el de las tres ‘G’: ganó, gustó y goleó. Ahora, espera por la definición del rival, el cual saldrá del ganador del enfrentamiento entre El Nacional de Ecuador y Atlético Tucuman de Argentina.

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